¡Bienvenido/a! Soy cirujana dental de profesión, pero hace un tiempo decidí cambiar el rumbo de mi vida para convertirme en coach de vida. Mi verdadera pasión ahora es vivir haciendo lo que disfruto: el arte, el ejercicio y el contacto con la naturaleza. Me encanta pintar al óleo, capturando emociones y paisajes en cada lienzo, y he aprendido a cultivar mi propia huerta, lo que me conecta profundamente con el mundo natural.
Me encanta mantenerme activa, explorar nuevos proyectos y vivir rodeada de lo que me inspira. Ya sea pintando, haciendo ejercicio o disfrutando de la naturaleza, busco siempre equilibrar cuerpo, mente y alma en todo lo que hago.
Este espacio está dedicado a compartir mis aprendizajes, mis proyectos y mi visión de una vida plena y auténtica. Si buscas inspiración para conectar contigo mismo/a y con lo que te hace feliz, estás en el lugar adecuado.
Me encanta mantenerme activa, explorar nuevos proyectos y vivir rodeada de lo que me inspira. Ya sea pintando, haciendo ejercicio o disfrutando de la naturaleza, busco siempre equilibrar cuerpo, mente y alma en todo lo que hago.
Este espacio está dedicado a compartir mis aprendizajes, mis proyectos y mi visión de una vida plena y auténtica. Si buscas inspiración para conectar contigo mismo/a y con lo que te hace feliz, estás en el lugar adecuado.
Actualizaciones Recientes
-
Donde el cielo toca el alma
Hay algo profundamente especial en ver un atardecer frente al lago Lanier. Me gusta sentarme en silencio y observar cómo el sol se esconde lentamente detrás del horizonte, llevándose consigo la magia del día. El cielo se pinta de colores que parecen salidos de un sueño: tonos dorados, rosado, púrpura y anaranjado se reflejan en el agua tranquila, como si la creación entera estuviera haciendo una reverencia al cierre de la jornada.
En ese momento todo se aquieta y se vuelve tan fácil orar. No hay esfuerzo, no hay palabras complicadas. Sólo basta con estar ahí, con el corazón abierto.
La belleza del lugar me lleva suavemente a Dios, y en esa conexión sencilla le entrego mis penas, mis miedos, mis preguntas sin respuesta.
Es como si el mismo atardecer me recordara que todo lo vivido hoy, lo bueno y lo difícil, puede descansar ya. Me preparo interiormente para un nuevo día, una nueva aventura ya que mañana, mañana todavía no ha sido escrito.
Y ¿Qué va a pasar mañana? Eso no lo sé, más sí sé que tengo la libertad de decidir cómo quiero vivirlo, Depende de mí si lo convierto en un día de luz, de esperanza, de propósito.
Cuando oro frente al lago, siento que Dios me recuerda eso: que cada amanecer es una página en blanco y que junto a Él puedo escribir una historia nueva.
Así, mientras el sol se despide, mi alma también se rinde al descanso. Y en esa oración sencilla, en ese susurro al cielo, me encuentro lista para empezar otra vez.
Suzanna vallejo-FeatherDonde el cielo toca el alma Hay algo profundamente especial en ver un atardecer frente al lago Lanier. Me gusta sentarme en silencio y observar cómo el sol se esconde lentamente detrás del horizonte, llevándose consigo la magia del día. El cielo se pinta de colores que parecen salidos de un sueño: tonos dorados, rosado, púrpura y anaranjado se reflejan en el agua tranquila, como si la creación entera estuviera haciendo una reverencia al cierre de la jornada. En ese momento todo se aquieta y se vuelve tan fácil orar. No hay esfuerzo, no hay palabras complicadas. Sólo basta con estar ahí, con el corazón abierto. La belleza del lugar me lleva suavemente a Dios, y en esa conexión sencilla le entrego mis penas, mis miedos, mis preguntas sin respuesta. Es como si el mismo atardecer me recordara que todo lo vivido hoy, lo bueno y lo difícil, puede descansar ya. Me preparo interiormente para un nuevo día, una nueva aventura ya que mañana, mañana todavía no ha sido escrito. Y ¿Qué va a pasar mañana? Eso no lo sé, más sí sé que tengo la libertad de decidir cómo quiero vivirlo, Depende de mí si lo convierto en un día de luz, de esperanza, de propósito. Cuando oro frente al lago, siento que Dios me recuerda eso: que cada amanecer es una página en blanco y que junto a Él puedo escribir una historia nueva. Así, mientras el sol se despide, mi alma también se rinde al descanso. Y en esa oración sencilla, en ese susurro al cielo, me encuentro lista para empezar otra vez. Suzanna vallejo-Feather0 Commentarios 0 Acciones 305 Views 0 Vista previaPlease log in to like, share and comment! -
Cuando tu Cuerpo se Mueve, tu Alma SonríeNuestro cuerpo guarda un inmenso poder para transformar nuestra vida.Cuando lo escuchamos, lo cuidamos y lo movemos, la felicidad comienza a fluir de manera natural. Muévete para transformar tu ánimo El ejercicio no es solo salud física: aleja la depresión, libera el estrés y genera endorfinas, por lo que influye profundamente en nuestras emociones y en...0 Commentarios 0 Acciones 578 Views 0 Vista previa
-
Donde la Paz y el Arte se Encuentran
Pintar paisajes al óleo es mi encuentro más íntimo con la paz y con Dios. Cada pincelada es una oración silenciosa, un suspiro que conecta mi alma con la belleza de Su creación. Cuando tomo el pincel y pongo música suave, elegida para ir acorde con la paz del momento, mi mente se entrega al paisaje: siento el viento entre los árboles, el sol que acaricia las montañas, el murmullo del agua… y en cada detalle, descubro la presencia amorosa de Dios.
Mientras pinto, no solo plasmo colores en un lienzo; vivo aventuras sagradas dentro de cada cuadro. Camino por senderos invisibles, me pierdo en cielos infinitos y escucho la voz de la naturaleza, que siempre me recuerda que todo es obra Suya. La música se mezcla con mi alma y guía mis emociones, haciendo que cada pincelada sea aún más profunda. En esos momentos, mi corazón se expande y la paz me envuelve por completo.
Cada paisaje que pinto es una oración en forma de color, un homenaje a la belleza que Él puso en el mundo y que me permite vivir mil vidas dentro de un solo instante. Al terminar cada cuadro, siento que he conversado con Dios en silencio, que he recorrido un pedacito del paraíso con el alma.
#ArteConAlma, #PinturaAlOleo, #PaisajesQueInspiran, #PazYArte,
#ConexiónInterior, #ArteYEspiritualidad, #MomentosDePaz, #InspiraciónNatural, #ColoresConHistoria, #AventurasEnElLienzo, #ArteQueEleva, #PaisajesEnOleo, #ArteParaElAlma, #PintandoConAmor, #BellezaNaturalDonde la Paz y el Arte se Encuentran Pintar paisajes al óleo es mi encuentro más íntimo con la paz y con Dios. Cada pincelada es una oración silenciosa, un suspiro que conecta mi alma con la belleza de Su creación. Cuando tomo el pincel y pongo música suave, elegida para ir acorde con la paz del momento, mi mente se entrega al paisaje: siento el viento entre los árboles, el sol que acaricia las montañas, el murmullo del agua… y en cada detalle, descubro la presencia amorosa de Dios. Mientras pinto, no solo plasmo colores en un lienzo; vivo aventuras sagradas dentro de cada cuadro. Camino por senderos invisibles, me pierdo en cielos infinitos y escucho la voz de la naturaleza, que siempre me recuerda que todo es obra Suya. La música se mezcla con mi alma y guía mis emociones, haciendo que cada pincelada sea aún más profunda. En esos momentos, mi corazón se expande y la paz me envuelve por completo. Cada paisaje que pinto es una oración en forma de color, un homenaje a la belleza que Él puso en el mundo y que me permite vivir mil vidas dentro de un solo instante. Al terminar cada cuadro, siento que he conversado con Dios en silencio, que he recorrido un pedacito del paraíso con el alma. #ArteConAlma, #PinturaAlOleo, #PaisajesQueInspiran, #PazYArte, #ConexiónInterior, #ArteYEspiritualidad, #MomentosDePaz, #InspiraciónNatural, #ColoresConHistoria, #AventurasEnElLienzo, #ArteQueEleva, #PaisajesEnOleo, #ArteParaElAlma, #PintandoConAmor, #BellezaNatural0 Commentarios 0 Acciones 627 Views 0 Vista previa -
La Virgen de los Ángeles conocida con cariño como "La Negrita", ocupa un lugar muy especial en el corazón de los costarricenses. Es la Patrona de Costa Rica, símbolo de fe, esperanza y consuelo para miles de personas que acuden a ella en busca de paz, guía o agradecimiento.
Cada 2 de agosto en un acto de profunda devoción, se realiza la romería hacia la Basílica de los Ángeles, en Cartago, donde se encuentra su imagen donde se le rinde homenaje y para pedir su intercesión o agradecer por los milagros recibidos.
La romería no es solo una tradición, es una expresión viva de fe. Durante días miles de personas caminan desde distintos puntos del país hasta la Basílica.
Yo misma durante muchos años hice esa caminata con devoción. Partía desde el centro de San José, la capital, y recorría caminando los aproximadamente 22 kilómetros que nos separan de la Basílica, unas 13.7 millas.
Cada paso era una oración, cada kilómetro una ofrenda de agradecimiento por tantas bendiciones recibidas en mi muchos de ellos desde el centro de San José, la capital, recorriendo cerca de 22 kilómetros, lo que equivale a unas 13.7 millas.
Algunos van solos otros en familia o en grupos de amigos, cada uno con sus propias intenciones: pedir por la salud de un ser querido, agradecer por un milagro recibido, o simplemente cumplir una promesa nacida del corazón.
Yo fui parte de esa tradición durante muchos años, cada agosto me preparaba con ilusión para caminar desde el corazón de San José hasta Cartago. No importaba el cansancio, el calor, ni las ampollas en los pies porque cada paso tenía un sentido, cada kilómetro era una oración, una muestra de gratitud por las tantas bendiciones recibidas en mi vida.
Hoy aunque estoy lejos de mi tierra, sigo haciendo ese recorrido de forma simbólica. Camino esa misma distancia, los mismos 22 kilómetros, como un ritual íntimo y sagrado. Es mi forma de seguir conectada con mis raíces, de renovar mi fe y de agradecer, una vez más, por todo lo bueno que la vida me ha regalado.
Porque más allá de la distancia o el lugar en el que esté, la fe se lleva en el alma y mi amor por La Negrita siempre me acompaña.La Virgen de los Ángeles conocida con cariño como "La Negrita", ocupa un lugar muy especial en el corazón de los costarricenses. Es la Patrona de Costa Rica, símbolo de fe, esperanza y consuelo para miles de personas que acuden a ella en busca de paz, guía o agradecimiento. Cada 2 de agosto en un acto de profunda devoción, se realiza la romería hacia la Basílica de los Ángeles, en Cartago, donde se encuentra su imagen donde se le rinde homenaje y para pedir su intercesión o agradecer por los milagros recibidos. La romería no es solo una tradición, es una expresión viva de fe. Durante días miles de personas caminan desde distintos puntos del país hasta la Basílica. Yo misma durante muchos años hice esa caminata con devoción. Partía desde el centro de San José, la capital, y recorría caminando los aproximadamente 22 kilómetros que nos separan de la Basílica, unas 13.7 millas. Cada paso era una oración, cada kilómetro una ofrenda de agradecimiento por tantas bendiciones recibidas en mi muchos de ellos desde el centro de San José, la capital, recorriendo cerca de 22 kilómetros, lo que equivale a unas 13.7 millas. Algunos van solos otros en familia o en grupos de amigos, cada uno con sus propias intenciones: pedir por la salud de un ser querido, agradecer por un milagro recibido, o simplemente cumplir una promesa nacida del corazón. Yo fui parte de esa tradición durante muchos años, cada agosto me preparaba con ilusión para caminar desde el corazón de San José hasta Cartago. No importaba el cansancio, el calor, ni las ampollas en los pies porque cada paso tenía un sentido, cada kilómetro era una oración, una muestra de gratitud por las tantas bendiciones recibidas en mi vida. Hoy aunque estoy lejos de mi tierra, sigo haciendo ese recorrido de forma simbólica. Camino esa misma distancia, los mismos 22 kilómetros, como un ritual íntimo y sagrado. Es mi forma de seguir conectada con mis raíces, de renovar mi fe y de agradecer, una vez más, por todo lo bueno que la vida me ha regalado. Porque más allá de la distancia o el lugar en el que esté, la fe se lleva en el alma y mi amor por La Negrita siempre me acompaña.0 Commentarios 0 Acciones 592 Views 0 Vista previa -
La épica subida a Stone Mountain: sol, esfuerzo y buena compañía
Fui a subir Stone Mountain acompañada de mi sobrino, que tiene solo 39 años menos que yo. Sí, una diferencia de generaciones que hizo la aventura mucho más entretenida.
Para quienes no la conocen, Stone Mountain es la masa de granito expuesta más grande del mundo. Se eleva 251 metros sobre el terreno circundante y alcanza una altura total de 514 metros sobre el nivel del mar. Además, tiene el bajo relieve más grande del planeta tallado directamente en su cara norte. Así que no es solo una montaña, es una roca con historia.
La subida no es cualquier paseo de domingo: su inclinación llega hasta los 30 grados en algunos tramos, lo que la convierte en una mezcla entre caminata y entrenamiento extremo de piernas. El grado de dificultad es medio a alto y mientras el promedio para subirla ronda la hora, nosotros lo hicimos en 38 minutos — como dos atletas con mucha determinación y poco amor por el confort.
¡El sol estaba increíble! Brillaba con tanta intensidad que parecía que el universo estaba tratando de freírnos vivos . Estaba implacable, de esos que hacen que uno mire al cielo con cara de “¿En serio?”
Y claro, con ese calor sentir la ropa pegada al cuerpo no era precisamente lo más agradable. A pesar de lo incómodo, seguíamos riéndonos, animándonos y haciendo pausas estratégicas que, en realidad, eran excusas para recuperar el aliento sin admitirlo, (en realidad era yo la de las pausas 🤣🤣).
Cuando ya creía que mis fuerzas se habían evaporado con el sol apareció una señora con más energía y con el ánimo de quien lleva música en los zapatos.
Sin conocernos, me lanzó un “¡Ánimo, que ya casi estás arriba!” con una sonrisa que me dio el empujón final. A veces una frase sencilla en el momento justo es todo lo que se necesita.
Al llegar a la cima sentí la satisfacción plena. Las piernas temblaban del esfuerzo y el alma se sentía ligera. Claramente teníamos razones para quejarnos: el calor, el cansancio, la ropa pegajosa. Pudimos habernos quedado ahí en lo incómodo, pero no lo hicimos.
Y es que a la vida no hay que mirarla solo por las cuestas que presenta, sino por lo que te espera cuando llegas arriba, porque una vez que lográs subir, la bajada se vuelve más placentera. La vista desde lo alto, el orgullo de haberlo logrado y la risa compartida con alguien que quiere llegar contigo, hacen que todo valga la pena.La épica subida a Stone Mountain: sol, esfuerzo y buena compañía Fui a subir Stone Mountain acompañada de mi sobrino, que tiene solo 39 años menos que yo. Sí, una diferencia de generaciones que hizo la aventura mucho más entretenida. Para quienes no la conocen, Stone Mountain es la masa de granito expuesta más grande del mundo. Se eleva 251 metros sobre el terreno circundante y alcanza una altura total de 514 metros sobre el nivel del mar. Además, tiene el bajo relieve más grande del planeta tallado directamente en su cara norte. Así que no es solo una montaña, es una roca con historia. La subida no es cualquier paseo de domingo: su inclinación llega hasta los 30 grados en algunos tramos, lo que la convierte en una mezcla entre caminata y entrenamiento extremo de piernas. El grado de dificultad es medio a alto y mientras el promedio para subirla ronda la hora, nosotros lo hicimos en 38 minutos — como dos atletas con mucha determinación y poco amor por el confort. ¡El sol estaba increíble! Brillaba con tanta intensidad que parecía que el universo estaba tratando de freírnos vivos . Estaba implacable, de esos que hacen que uno mire al cielo con cara de “¿En serio?” Y claro, con ese calor sentir la ropa pegada al cuerpo no era precisamente lo más agradable. A pesar de lo incómodo, seguíamos riéndonos, animándonos y haciendo pausas estratégicas que, en realidad, eran excusas para recuperar el aliento sin admitirlo, (en realidad era yo la de las pausas 🤣🤣). Cuando ya creía que mis fuerzas se habían evaporado con el sol apareció una señora con más energía y con el ánimo de quien lleva música en los zapatos. Sin conocernos, me lanzó un “¡Ánimo, que ya casi estás arriba!” con una sonrisa que me dio el empujón final. A veces una frase sencilla en el momento justo es todo lo que se necesita. Al llegar a la cima sentí la satisfacción plena. Las piernas temblaban del esfuerzo y el alma se sentía ligera. Claramente teníamos razones para quejarnos: el calor, el cansancio, la ropa pegajosa. Pudimos habernos quedado ahí en lo incómodo, pero no lo hicimos. Y es que a la vida no hay que mirarla solo por las cuestas que presenta, sino por lo que te espera cuando llegas arriba, porque una vez que lográs subir, la bajada se vuelve más placentera. La vista desde lo alto, el orgullo de haberlo logrado y la risa compartida con alguien que quiere llegar contigo, hacen que todo valga la pena. -
Crónicas de una huerta con complejo de telenovela
Todo comenzó como una historia de amor: mi huerta y yo, felices, ilusionadas, produciendo zucchinis, pepinos y tomates como si no hubiera un mañana. El brócoli, más reservado, iba a su ritmo lento pero seguro (o eso pensaba yo).
Entonces, llegó la lluvia. Tanta agua, que mis zucchinis más bien parecían submarinos: o se reventaban antes de tiempo o se caían pequeños sin haber probado la gloria de ser rellenos con queso. Las flores ni se abrían, los pétalos pegados como si les hubieran puesto superpegamento, y claro, sin flor abierta no hay polinización y sin polinización, funeral zucchini.
Los tomates que hasta hace poco eran los galanes de la huerta, hoy están tan secos que parecen actores de novela después del drama. Ni hablar del brócoli. ¡Pobre! Está haciendo lo que puede, pero entre la lluvia, el calor y el abandono emocional, ya su flor parece más una protesta silenciosa.
Sin embargo, los chiles. ¡Ah! Mis gloriosos chiles dulces y picantes, los reyes estoicos del huerto, ¡Mis héroes verdes en medio del apocalipsis vegetal! Ahí están, erguidos, vivos, frescos, desafiando al clima, al drama, a la tragedia. ¡Como si nada!
Mientras tanto, yo arrancando las plantas de zucchinis como si fueran amores tóxicos, sembrando nuevas ilusiones que mueren antes de decir “hola”. Mis tomates nuevos no germinan ni por amenaza. Así que estoy haciendo semillero a la sombra, como quien cría hijos sensibles: con cuidado, paciencia y miedo al sol.
Lo bueno es que cuidar mi huerta me encanta, lo malo es que el clima no coopera. Bueno, al menos los pepinos, con sus hojas secas y todo, siguen saliendo como si nada, eso sí, ya medio resignados. A este paso, voy a tener que ponerme a dieta obligada, al menos con un toque de chile dulce y picante, que eso sí hay.
Y así va la vida en mi huerta: un día me da frutos, otro me da lecciones. Lo importante es que siempre me da algo, aunque sea risa entre lágrimas.
#MiHuertaYYo, #HuertaDramática, #ZucchiniFail, #ChilesValientes,
#BrocoliDeshidratado, #TomatesSecosPeroDignos, #PepinosResilientes, #HuertaConAltibajos, #AgricultoraDeCorazón, #HumorDeHuerta, #CosechaConDrama, #SembrandoEsperanzas,
#EntreLluviasYSolesCrónicas de una huerta con complejo de telenovela Todo comenzó como una historia de amor: mi huerta y yo, felices, ilusionadas, produciendo zucchinis, pepinos y tomates como si no hubiera un mañana. El brócoli, más reservado, iba a su ritmo lento pero seguro (o eso pensaba yo). Entonces, llegó la lluvia. Tanta agua, que mis zucchinis más bien parecían submarinos: o se reventaban antes de tiempo o se caían pequeños sin haber probado la gloria de ser rellenos con queso. Las flores ni se abrían, los pétalos pegados como si les hubieran puesto superpegamento, y claro, sin flor abierta no hay polinización y sin polinización, funeral zucchini. Los tomates que hasta hace poco eran los galanes de la huerta, hoy están tan secos que parecen actores de novela después del drama. Ni hablar del brócoli. ¡Pobre! Está haciendo lo que puede, pero entre la lluvia, el calor y el abandono emocional, ya su flor parece más una protesta silenciosa. Sin embargo, los chiles. ¡Ah! Mis gloriosos chiles dulces y picantes, los reyes estoicos del huerto, ¡Mis héroes verdes en medio del apocalipsis vegetal! Ahí están, erguidos, vivos, frescos, desafiando al clima, al drama, a la tragedia. ¡Como si nada! Mientras tanto, yo arrancando las plantas de zucchinis como si fueran amores tóxicos, sembrando nuevas ilusiones que mueren antes de decir “hola”. Mis tomates nuevos no germinan ni por amenaza. Así que estoy haciendo semillero a la sombra, como quien cría hijos sensibles: con cuidado, paciencia y miedo al sol. Lo bueno es que cuidar mi huerta me encanta, lo malo es que el clima no coopera. Bueno, al menos los pepinos, con sus hojas secas y todo, siguen saliendo como si nada, eso sí, ya medio resignados. A este paso, voy a tener que ponerme a dieta obligada, al menos con un toque de chile dulce y picante, que eso sí hay. Y así va la vida en mi huerta: un día me da frutos, otro me da lecciones. Lo importante es que siempre me da algo, aunque sea risa entre lágrimas. #MiHuertaYYo, #HuertaDramática, #ZucchiniFail, #ChilesValientes, #BrocoliDeshidratado, #TomatesSecosPeroDignos, #PepinosResilientes, #HuertaConAltibajos, #AgricultoraDeCorazón, #HumorDeHuerta, #CosechaConDrama, #SembrandoEsperanzas, #EntreLluviasYSoles -
🌷 ¿Si la vida se termina hoy?A veces vivís como si tuvieras la vida comprada, como si fuera seguro que mañana vas a estar aquí, como si tuvieras años por delante para decir lo que no dijiste, para abrazar a quien no abrazaste, para cuidar ese cuerpo que a veces descuidás, o para cumplir ese sueño que seguís posponiendo. Hoy quiero hablarte de la vida. No...
-
NO QUIERO SIMPLEMENTE EXISTIR, QUIERO VIVIR.
"Cuida tu cuerpo, es el único sitio que tienes para vivir."
Jim Rhon
Tenemos un solo cuerpo. No tenemos uno de repuesto si elegimos abusar del que tenemos. Así que si abusaste de este verás, con el tiempo que tu cuerpo se rendirá o tomará represalias.
Si, en cambio, eleges alimentar tu cuerpo de forma nutritiva, alimentar tu mente con pensamientos positivos y amor propio, no fumar, no abusar de las drogas y honrar tu cuerpo moviéndote regularmente, estarás recompensándolo con salud y longevidad.
Te invito a vivir una vida plena y vibrante mientras te sientes bien y puedas hacer todas las cosas que quieres hacer.
Espero inspirarte a que cuides de ti con amor.NO QUIERO SIMPLEMENTE EXISTIR, QUIERO VIVIR. "Cuida tu cuerpo, es el único sitio que tienes para vivir." Jim Rhon Tenemos un solo cuerpo. No tenemos uno de repuesto si elegimos abusar del que tenemos. Así que si abusaste de este verás, con el tiempo que tu cuerpo se rendirá o tomará represalias. Si, en cambio, eleges alimentar tu cuerpo de forma nutritiva, alimentar tu mente con pensamientos positivos y amor propio, no fumar, no abusar de las drogas y honrar tu cuerpo moviéndote regularmente, estarás recompensándolo con salud y longevidad. Te invito a vivir una vida plena y vibrante mientras te sientes bien y puedas hacer todas las cosas que quieres hacer. Espero inspirarte a que cuides de ti con amor. -
🌿 An Arrow in the Forest.
🌿Amicalola Falls, Georgia – Beginning of the Appalachian Trail.🌿
The other day, I was walking through the beautiful forests of Georgia 🌳, right at the beginning of the famous Appalachian Trail 🥾, when I came across something that left me speechless: a tree with a trunk bent at a 90-degree angle... and then it rose back up like nothing had happened! 😲 It literally looked like an arrow pointing to something important. Of course, I took a picture (how could I not?!).
I was with my sister and my brother-in-law, and he was the one who shared a curious fact that sent my imagination soaring:
—“Did you know that Native Americans used to shape trees like this to mark paths or important places?”
—“Excuse me?! How did I not know this!?” 🤯
It turns out, these trees aren't just quirky accidents of nature. They're known as trail trees or marker trees. Indigenous peoples like the Cherokee would intentionally shape them when the trees were young and flexible. They’d bend them, tie them down, weigh them... and over time, they’d grow into that peculiar shape. 🌱
They were like a natural GPS system, long before Google Maps ever existed 🗺️. And not just any old tree—these arrow-trees could point toward water, shelter, sacred sites, or travel routes. If you stumbled upon one, it was like it was guiding you, gently whispering: “This way, friend.” 🏞️➡️
To me, it felt magical ✨. One of those unexpected gifts from the forest that makes you pause, smile, and feel part of something much bigger. 💚
So, if you ever find yourself hiking through the trails of Georgia or any forest in the eastern United States, and you spot a strange arrow-shaped tree... don’t ignore it! 🙌 Maybe you're walking in the footsteps of those who came long before us.
#AmicalolaFalls #TrailTrees #ForestStories #TrailsWithHistory #Appalachians #NatureWithMagic
🌿 An Arrow in the Forest. 🌿Amicalola Falls, Georgia – Beginning of the Appalachian Trail.🌿 The other day, I was walking through the beautiful forests of Georgia 🌳, right at the beginning of the famous Appalachian Trail 🥾, when I came across something that left me speechless: a tree with a trunk bent at a 90-degree angle... and then it rose back up like nothing had happened! 😲 It literally looked like an arrow pointing to something important. Of course, I took a picture (how could I not?!). I was with my sister and my brother-in-law, and he was the one who shared a curious fact that sent my imagination soaring: —“Did you know that Native Americans used to shape trees like this to mark paths or important places?” —“Excuse me?! How did I not know this!?” 🤯 It turns out, these trees aren't just quirky accidents of nature. They're known as trail trees or marker trees. Indigenous peoples like the Cherokee would intentionally shape them when the trees were young and flexible. They’d bend them, tie them down, weigh them... and over time, they’d grow into that peculiar shape. 🌱 They were like a natural GPS system, long before Google Maps ever existed 🗺️. And not just any old tree—these arrow-trees could point toward water, shelter, sacred sites, or travel routes. If you stumbled upon one, it was like it was guiding you, gently whispering: “This way, friend.” 🏞️➡️ To me, it felt magical ✨. One of those unexpected gifts from the forest that makes you pause, smile, and feel part of something much bigger. 💚 So, if you ever find yourself hiking through the trails of Georgia or any forest in the eastern United States, and you spot a strange arrow-shaped tree... don’t ignore it! 🙌 Maybe you're walking in the footsteps of those who came long before us. #AmicalolaFalls #TrailTrees #ForestStories #TrailsWithHistory #Appalachians #NatureWithMagic -
🌲 Una flecha en el bosque 🌲
📍 Amicalola Falls, Georgia – Inicio del sendero de los Apalaches
El otro día, caminando por los hermosos bosques de Georgia, justo al inicio del famoso sendero de los Apalaches, me encontré con algo que me dejó con la boca abierta: un árbol cuyo tronco estaba inclinado a 90 grados... ¡y luego volvía a subir como si nada! Literalmente parecía una flecha apuntando hacia algo importante. Por supuesto, le tomé una foto (¡cómo no hacerlo!).
Iba con mi hermana y el hermano de mi esposo, y fue él quien me soltó el dato curioso que hizo que mi imaginación volara:
—¿Sabías que los nativos americanos moldeaban los árboles así para marcar caminos o sitios importantes?
¿¡Perdón!? 😲 ¡¿Cómo no sabía yo esto!?
Resulta que estos árboles no son simples rarezas de la naturaleza. Son conocidos como “trail trees” o árboles marcadores. Los pueblos indígenas, como los Cherokee, los formaban intencionalmente cuando los árboles aún eran jóvenes y flexibles. Los doblaban, los amarraban, les ponían peso… y con el tiempo crecían con esa forma tan peculiar.
Eran su sistema de GPS natural, mucho antes de que existiera Google Maps.
Y no cualquier arbolito: estos “flecha-árboles” podían señalar el camino hacia agua, refugios, lugares sagrados o rutas de viaje. Si te topabas con uno, era como si te guiara y te dijera: “por aquí, amiga”.
A mí me pareció mágico. Uno de esos regalos del bosque que no esperas, pero que te hacen detenerte, sonreír y sentirte parte de algo mucho más grande.
Así que si alguna vez andas por los senderos de Georgia o cualquier bosque del este de Estados Unidos, y ves un árbol extraño con forma de flecha... ¡no lo ignores! Tal vez estás siguiendo los pasos de quienes caminaron esos caminos mucho antes que nosotros.
✨ ¿Te ha pasado encontrar cosas curiosas en la naturaleza que luego descubriste que tenían un gran significado? ¡Cuéntamelo! Me encantaría leerte.
#TrailTrees #AmicalolaFalls #HistoriasDelBosque #SenderosConHistoria #Apalaches #NaturalezaConMagia0 Commentarios 0 Acciones 2K Views 0 Vista previa -
🌲 Una flecha en el bosque 🌲
📍 Amicalola Falls, Georgia – Inicio del sendero de los Apalaches
El otro día, caminando por los hermosos bosques de Georgia, justo al inicio del famoso sendero de los Apalaches, me encontré con algo que me dejó con la boca abierta: un árbol cuyo tronco estaba inclinado a 90 grados... ¡y luego volvía a subir como si nada! Literalmente parecía una flecha apuntando hacia algo importante. Por supuesto, le tomé una foto (¡cómo no hacerlo!).
Iba con mi hermana y el hermano de mi esposo, y fue él quien me soltó el dato curioso que hizo que mi imaginación volara:
—¿Sabías que los nativos americanos moldeaban los árboles así para marcar caminos o sitios importantes?
¿¡Perdón!? 😲 ¡¿Cómo no sabía yo esto!?
Resulta que estos árboles no son simples rarezas de la naturaleza. Son conocidos como “trail trees” o árboles marcadores. Los pueblos indígenas, como los Cherokee, los formaban intencionalmente cuando los árboles aún eran jóvenes y flexibles. Los doblaban, los amarraban, les ponían peso… y con el tiempo crecían con esa forma tan peculiar.
Eran su sistema de GPS natural, mucho antes de que existiera Google Maps.
Y no cualquier arbolito: estos “flecha-árboles” podían señalar el camino hacia agua, refugios, lugares sagrados o rutas de viaje. Si te topabas con uno, era como si te guiara y te dijera: “por aquí, amiga”.
A mí me pareció mágico. Uno de esos regalos del bosque que no esperas, pero que te hacen detenerte, sonreír y sentirte parte de algo mucho más grande.
Así que si alguna vez andas por los senderos de Georgia o cualquier bosque del este de Estados Unidos, y ves un árbol extraño con forma de flecha... ¡no lo ignores! Tal vez estás siguiendo los pasos de quienes caminaron esos caminos mucho antes que nosotros.
✨ ¿Te ha pasado encontrar cosas curiosas en la naturaleza que luego descubriste que tenían un gran significado? ¡Cuéntamelo! Me encantaría leerte.
#TrailTrees #AmicalolaFalls #HistoriasDelBosque #SenderosConHistoria #Apalaches #NaturalezaConMagia🌲 Una flecha en el bosque 🌲 📍 Amicalola Falls, Georgia – Inicio del sendero de los Apalaches El otro día, caminando por los hermosos bosques de Georgia, justo al inicio del famoso sendero de los Apalaches, me encontré con algo que me dejó con la boca abierta: un árbol cuyo tronco estaba inclinado a 90 grados... ¡y luego volvía a subir como si nada! Literalmente parecía una flecha apuntando hacia algo importante. Por supuesto, le tomé una foto (¡cómo no hacerlo!). Iba con mi hermana y el hermano de mi esposo, y fue él quien me soltó el dato curioso que hizo que mi imaginación volara: —¿Sabías que los nativos americanos moldeaban los árboles así para marcar caminos o sitios importantes? ¿¡Perdón!? 😲 ¡¿Cómo no sabía yo esto!? Resulta que estos árboles no son simples rarezas de la naturaleza. Son conocidos como “trail trees” o árboles marcadores. Los pueblos indígenas, como los Cherokee, los formaban intencionalmente cuando los árboles aún eran jóvenes y flexibles. Los doblaban, los amarraban, les ponían peso… y con el tiempo crecían con esa forma tan peculiar. Eran su sistema de GPS natural, mucho antes de que existiera Google Maps. Y no cualquier arbolito: estos “flecha-árboles” podían señalar el camino hacia agua, refugios, lugares sagrados o rutas de viaje. Si te topabas con uno, era como si te guiara y te dijera: “por aquí, amiga”. A mí me pareció mágico. Uno de esos regalos del bosque que no esperas, pero que te hacen detenerte, sonreír y sentirte parte de algo mucho más grande. Así que si alguna vez andas por los senderos de Georgia o cualquier bosque del este de Estados Unidos, y ves un árbol extraño con forma de flecha... ¡no lo ignores! Tal vez estás siguiendo los pasos de quienes caminaron esos caminos mucho antes que nosotros. ✨ ¿Te ha pasado encontrar cosas curiosas en la naturaleza que luego descubriste que tenían un gran significado? ¡Cuéntamelo! Me encantaría leerte. #TrailTrees #AmicalolaFalls #HistoriasDelBosque #SenderosConHistoria #Apalaches #NaturalezaConMagia0 Commentarios 2 Acciones 2K Views 0 Vista previa -
🌳✨ Caminata mágica (y un poquito cómica) por el bosque ✨🌳
Hoy salí a caminar por el bosque y fue como entrar en un cuento... versión mía, claro 😄.
Los pajarillos cantaban como si me estuvieran dando la bienvenida —no sé si era un coro celestial o solo estaban felices de verme sin celular en mano. 🎶🕊️
De pronto, entre los árboles, apareció un venadito chiquitito, comiendo ramitas con esa calma que solo la naturaleza sabe tener. Nos miramos y juro que me saludó con los ojitos. 💚🦌
Pero lo mejor fue una ardillita descarada que decidió que yo era su compañera de excursión. Me siguió buena parte del camino, como si me conociera desde siempre. Tal vez pensó que llevaba nueces escondidas o que necesitaba guía espiritual. 🐿️😂
Y entre canto, mirada y patitas correteando, me detuve a meditar, respiré profundo, sentí el sol filtrándose entre las hojas, el corazón liviano y el alma agradecida.
¡Qué Maravilloso Es Dios! Tan creativo, tan presente, tan detallista con sus regalos. Me habla en cada hoja, en cada rama, en cada criatura.
🌿 Hoy la naturaleza fue mi templo. Y Dios, como siempre mi fiel compañero de camino. 🙏💫
Dra. Suzanna Vallejo-Feather
email: susana@suzannafeather.com🌳✨ Caminata mágica (y un poquito cómica) por el bosque ✨🌳 Hoy salí a caminar por el bosque y fue como entrar en un cuento... versión mía, claro 😄. Los pajarillos cantaban como si me estuvieran dando la bienvenida —no sé si era un coro celestial o solo estaban felices de verme sin celular en mano. 🎶🕊️ De pronto, entre los árboles, apareció un venadito chiquitito, comiendo ramitas con esa calma que solo la naturaleza sabe tener. Nos miramos y juro que me saludó con los ojitos. 💚🦌 Pero lo mejor fue una ardillita descarada que decidió que yo era su compañera de excursión. Me siguió buena parte del camino, como si me conociera desde siempre. Tal vez pensó que llevaba nueces escondidas o que necesitaba guía espiritual. 🐿️😂 Y entre canto, mirada y patitas correteando, me detuve a meditar, respiré profundo, sentí el sol filtrándose entre las hojas, el corazón liviano y el alma agradecida. ¡Qué Maravilloso Es Dios! Tan creativo, tan presente, tan detallista con sus regalos. Me habla en cada hoja, en cada rama, en cada criatura. 🌿 Hoy la naturaleza fue mi templo. Y Dios, como siempre mi fiel compañero de camino. 🙏💫 Dra. Suzanna Vallejo-Feather email: susana@suzannafeather.com0 Commentarios 0 Acciones 1K Views 0 Vista previa
Quizás te interese…