Tu actitud define tu destino
Hola, qué alegría tener este espacio para compartir contigo. Hoy quiero hablarte de algo que parece pequeño, pero que lo cambia todo: la actitud.
La actitud es esa manera en la que elegimos pararnos ante la vida, no es lo que nos pasa. Es cómo respondemos a lo que nos pasa y aunque no podamos controlar muchas de las circunstancias externas, siempre y repito, siempre tenemos el poder de decidir con qué actitud las enfrentamos.
La actitud no se ve pero se siente, se nota cuando alguien llega con buena energía, con esperanza, con disposición. Y también se nota cuando alguien vive desde la queja, desde el enojo, desde la negatividad. La actitud es una vibración., es un mensaje que enviamos al mundo sin palabras y es un imán: atrae lo que proyectamos.
¿Sabés qué pasa cuando vivimos con una mala actitud?
Todo se complica, todo pesa más, odo se ve más gris porque la actitud es un filtro: si el filtro está sucio, por más lindo que sea lo que tenés al frente, no vas a poder apreciarlo. Y lo más duro es que cuando nos instalamos en una actitud negativa, empezamos a tomar decisiones desde ahí y eso trae consecuencias: relaciones que se enfrían, oportunidades que se pierden, sueños que se apagan.
Por el contrario, cuando elegimos una actitud de apertura, de gratitud, de confianza, algo mágico sucede. No es que la vida se vuelve perfecta, no., es que vos te volvés más fuerte, más claro, más creativo, más capaz.
La actitud positiva no niega lo que duele, pero no se queda atrapada ahí, mira al frente., busca soluciones, encuentra motivos para agradecer y eso transforma.
Yo sé que hay días difíciles, momentos donde parece que no hay salida, pero incluso ahí, incluso en medio del caos, la actitud puede ser tu ancla o tu impulso.
¿Te vas a hundir en el “por qué a mí”?
¿O vas a levantarte desde el “¿qué puedo hacer con esto?”?
La elección es tuya.
Y no se trata de sonreír todo el tiempo ni de negar lo que sentimos, se trata de saber que cada vez que elegimos cómo mirar una situación, también estamos decidiendo cómo vivirla y qué construir a partir de ella.
Así que hoy te invito a revisar tu actitud, a hacerte una pregunta poderosa:
¿La actitud con la que vivo hoy me está acercando o alejando de la vida que quiero?
Porque al final, no es la suerte, ni las circunstancias, ni las personas alrededor, es tu actitud la que abre caminos o los cierra.
Elegí desde el amor, desde la esperanza, desde tu poder personal, porque cuando cambiás tu actitud, cambiás tu vida.
Gracias por estar acá.
Y no olvides: tu actitud, más que cualquier otra cosa, es lo que define tu historia.
Misma situación, diferente actitud. Tú decides qué rostro mostrar al mundo
Dra. Suzanna Vallejo-Feather
Hola, qué alegría tener este espacio para compartir contigo. Hoy quiero hablarte de algo que parece pequeño, pero que lo cambia todo: la actitud.
La actitud es esa manera en la que elegimos pararnos ante la vida, no es lo que nos pasa. Es cómo respondemos a lo que nos pasa y aunque no podamos controlar muchas de las circunstancias externas, siempre y repito, siempre tenemos el poder de decidir con qué actitud las enfrentamos.
La actitud no se ve pero se siente, se nota cuando alguien llega con buena energía, con esperanza, con disposición. Y también se nota cuando alguien vive desde la queja, desde el enojo, desde la negatividad. La actitud es una vibración., es un mensaje que enviamos al mundo sin palabras y es un imán: atrae lo que proyectamos.
¿Sabés qué pasa cuando vivimos con una mala actitud?
Todo se complica, todo pesa más, odo se ve más gris porque la actitud es un filtro: si el filtro está sucio, por más lindo que sea lo que tenés al frente, no vas a poder apreciarlo. Y lo más duro es que cuando nos instalamos en una actitud negativa, empezamos a tomar decisiones desde ahí y eso trae consecuencias: relaciones que se enfrían, oportunidades que se pierden, sueños que se apagan.
Por el contrario, cuando elegimos una actitud de apertura, de gratitud, de confianza, algo mágico sucede. No es que la vida se vuelve perfecta, no., es que vos te volvés más fuerte, más claro, más creativo, más capaz.
La actitud positiva no niega lo que duele, pero no se queda atrapada ahí, mira al frente., busca soluciones, encuentra motivos para agradecer y eso transforma.
Yo sé que hay días difíciles, momentos donde parece que no hay salida, pero incluso ahí, incluso en medio del caos, la actitud puede ser tu ancla o tu impulso.
¿Te vas a hundir en el “por qué a mí”?
¿O vas a levantarte desde el “¿qué puedo hacer con esto?”?
La elección es tuya.
Y no se trata de sonreír todo el tiempo ni de negar lo que sentimos, se trata de saber que cada vez que elegimos cómo mirar una situación, también estamos decidiendo cómo vivirla y qué construir a partir de ella.
Así que hoy te invito a revisar tu actitud, a hacerte una pregunta poderosa:
¿La actitud con la que vivo hoy me está acercando o alejando de la vida que quiero?
Porque al final, no es la suerte, ni las circunstancias, ni las personas alrededor, es tu actitud la que abre caminos o los cierra.
Elegí desde el amor, desde la esperanza, desde tu poder personal, porque cuando cambiás tu actitud, cambiás tu vida.
Gracias por estar acá.
Y no olvides: tu actitud, más que cualquier otra cosa, es lo que define tu historia.
Misma situación, diferente actitud. Tú decides qué rostro mostrar al mundo
Dra. Suzanna Vallejo-Feather
Tu actitud define tu destino
Hola, qué alegría tener este espacio para compartir contigo. Hoy quiero hablarte de algo que parece pequeño, pero que lo cambia todo: la actitud.
La actitud es esa manera en la que elegimos pararnos ante la vida, no es lo que nos pasa. Es cómo respondemos a lo que nos pasa y aunque no podamos controlar muchas de las circunstancias externas, siempre y repito, siempre tenemos el poder de decidir con qué actitud las enfrentamos.
La actitud no se ve pero se siente, se nota cuando alguien llega con buena energía, con esperanza, con disposición. Y también se nota cuando alguien vive desde la queja, desde el enojo, desde la negatividad. La actitud es una vibración., es un mensaje que enviamos al mundo sin palabras y es un imán: atrae lo que proyectamos.
¿Sabés qué pasa cuando vivimos con una mala actitud?
Todo se complica, todo pesa más, odo se ve más gris porque la actitud es un filtro: si el filtro está sucio, por más lindo que sea lo que tenés al frente, no vas a poder apreciarlo. Y lo más duro es que cuando nos instalamos en una actitud negativa, empezamos a tomar decisiones desde ahí y eso trae consecuencias: relaciones que se enfrían, oportunidades que se pierden, sueños que se apagan.
Por el contrario, cuando elegimos una actitud de apertura, de gratitud, de confianza, algo mágico sucede. No es que la vida se vuelve perfecta, no., es que vos te volvés más fuerte, más claro, más creativo, más capaz.
La actitud positiva no niega lo que duele, pero no se queda atrapada ahí, mira al frente., busca soluciones, encuentra motivos para agradecer y eso transforma.
Yo sé que hay días difíciles, momentos donde parece que no hay salida, pero incluso ahí, incluso en medio del caos, la actitud puede ser tu ancla o tu impulso.
¿Te vas a hundir en el “por qué a mí”?
¿O vas a levantarte desde el “¿qué puedo hacer con esto?”?
La elección es tuya.
Y no se trata de sonreír todo el tiempo ni de negar lo que sentimos, se trata de saber que cada vez que elegimos cómo mirar una situación, también estamos decidiendo cómo vivirla y qué construir a partir de ella.
Así que hoy te invito a revisar tu actitud, a hacerte una pregunta poderosa:
¿La actitud con la que vivo hoy me está acercando o alejando de la vida que quiero?
Porque al final, no es la suerte, ni las circunstancias, ni las personas alrededor, es tu actitud la que abre caminos o los cierra.
Elegí desde el amor, desde la esperanza, desde tu poder personal, porque cuando cambiás tu actitud, cambiás tu vida.
Gracias por estar acá.
Y no olvides: tu actitud, más que cualquier otra cosa, es lo que define tu historia.
Misma situación, diferente actitud. Tú decides qué rostro mostrar al mundo
Dra. Suzanna Vallejo-Feather
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