Crónicas de una huerta con complejo de telenovela
Todo comenzó como una historia de amor: mi huerta y yo, felices, ilusionadas, produciendo zucchinis, pepinos y tomates como si no hubiera un mañana. El brócoli, más reservado, iba a su ritmo lento pero seguro (o eso pensaba yo).
Entonces, llegó la lluvia. Tanta agua, que mis zucchinis más bien parecían submarinos: o se reventaban antes de tiempo o se caían pequeños sin haber probado la gloria de ser rellenos con queso. Las flores ni se abrían, los pétalos pegados como si les hubieran puesto superpegamento, y claro, sin flor abierta no hay polinización y sin polinización, funeral zucchini.
Los tomates que hasta hace poco eran los galanes de la huerta, hoy están tan secos que parecen actores de novela después del drama. Ni hablar del brócoli. ¡Pobre! Está haciendo lo que puede, pero entre la lluvia, el calor y el abandono emocional, ya su flor parece más una protesta silenciosa.
Y sin embargo, los chiles. ¡Ah! Mis gloriosos chiles dulces y picantes, los reyes estoicos del huerto, ¡Mis héroes verdes en medio del apocalipsis vegetal! Ahí están, erguidos, vivos, frescos, desafiando al clima, al drama, a la tragedia. ¡Como si nada!
Mientras tanto, yo arrancando las plantas de zucchinis como si fueran amores tóxicos, sembrando nuevas ilusiones que mueren antes de decir “hola”. Mis tomates nuevos no germinan ni por amenaza. Así que estoy haciendo semillero a la sombra, como quien cría hijos sensibles: con cuidado, paciencia y miedo al sol.
Lo bueno es que cuidar mi huerta me encanta, lo malo es que el clima no coopera. Bueno, al menos los pepinos, con sus hojas secas y todo, siguen saliendo como si nada, eso sí, ya medio resignados. A este paso, voy a tener que ponerme a dieta obligada, al menos con un toque de chile dulce y picante, que eso sí hay.
Y así va la vida en mi huerta: un día me da frutos, otro me da lecciones. Lo importante es que siempre me da algo, aunque sea risa entre lágrimas.
#MiHuertaYYo, #HuertaDramática, #ZucchiniFail, #ChilesValientes,
#BrocoliDeshidratado, #TomatesSecosPeroDignos, #PepinosResilientes, #HuertaConAltibajos, #AgricultoraDeCorazón, #HumorDeHuerta, #CosechaConDrama, #SembrandoEsperanzas,
#EntreLluviasYSoles
Todo comenzó como una historia de amor: mi huerta y yo, felices, ilusionadas, produciendo zucchinis, pepinos y tomates como si no hubiera un mañana. El brócoli, más reservado, iba a su ritmo lento pero seguro (o eso pensaba yo).
Entonces, llegó la lluvia. Tanta agua, que mis zucchinis más bien parecían submarinos: o se reventaban antes de tiempo o se caían pequeños sin haber probado la gloria de ser rellenos con queso. Las flores ni se abrían, los pétalos pegados como si les hubieran puesto superpegamento, y claro, sin flor abierta no hay polinización y sin polinización, funeral zucchini.
Los tomates que hasta hace poco eran los galanes de la huerta, hoy están tan secos que parecen actores de novela después del drama. Ni hablar del brócoli. ¡Pobre! Está haciendo lo que puede, pero entre la lluvia, el calor y el abandono emocional, ya su flor parece más una protesta silenciosa.
Y sin embargo, los chiles. ¡Ah! Mis gloriosos chiles dulces y picantes, los reyes estoicos del huerto, ¡Mis héroes verdes en medio del apocalipsis vegetal! Ahí están, erguidos, vivos, frescos, desafiando al clima, al drama, a la tragedia. ¡Como si nada!
Mientras tanto, yo arrancando las plantas de zucchinis como si fueran amores tóxicos, sembrando nuevas ilusiones que mueren antes de decir “hola”. Mis tomates nuevos no germinan ni por amenaza. Así que estoy haciendo semillero a la sombra, como quien cría hijos sensibles: con cuidado, paciencia y miedo al sol.
Lo bueno es que cuidar mi huerta me encanta, lo malo es que el clima no coopera. Bueno, al menos los pepinos, con sus hojas secas y todo, siguen saliendo como si nada, eso sí, ya medio resignados. A este paso, voy a tener que ponerme a dieta obligada, al menos con un toque de chile dulce y picante, que eso sí hay.
Y así va la vida en mi huerta: un día me da frutos, otro me da lecciones. Lo importante es que siempre me da algo, aunque sea risa entre lágrimas.
#MiHuertaYYo, #HuertaDramática, #ZucchiniFail, #ChilesValientes,
#BrocoliDeshidratado, #TomatesSecosPeroDignos, #PepinosResilientes, #HuertaConAltibajos, #AgricultoraDeCorazón, #HumorDeHuerta, #CosechaConDrama, #SembrandoEsperanzas,
#EntreLluviasYSoles
Crónicas de una huerta con complejo de telenovela
Todo comenzó como una historia de amor: mi huerta y yo, felices, ilusionadas, produciendo zucchinis, pepinos y tomates como si no hubiera un mañana. El brócoli, más reservado, iba a su ritmo lento pero seguro (o eso pensaba yo).
Entonces, llegó la lluvia. Tanta agua, que mis zucchinis más bien parecían submarinos: o se reventaban antes de tiempo o se caían pequeños sin haber probado la gloria de ser rellenos con queso. Las flores ni se abrían, los pétalos pegados como si les hubieran puesto superpegamento, y claro, sin flor abierta no hay polinización y sin polinización, funeral zucchini.
Los tomates que hasta hace poco eran los galanes de la huerta, hoy están tan secos que parecen actores de novela después del drama. Ni hablar del brócoli. ¡Pobre! Está haciendo lo que puede, pero entre la lluvia, el calor y el abandono emocional, ya su flor parece más una protesta silenciosa.
Y sin embargo, los chiles. ¡Ah! Mis gloriosos chiles dulces y picantes, los reyes estoicos del huerto, ¡Mis héroes verdes en medio del apocalipsis vegetal! Ahí están, erguidos, vivos, frescos, desafiando al clima, al drama, a la tragedia. ¡Como si nada!
Mientras tanto, yo arrancando las plantas de zucchinis como si fueran amores tóxicos, sembrando nuevas ilusiones que mueren antes de decir “hola”. Mis tomates nuevos no germinan ni por amenaza. Así que estoy haciendo semillero a la sombra, como quien cría hijos sensibles: con cuidado, paciencia y miedo al sol.
Lo bueno es que cuidar mi huerta me encanta, lo malo es que el clima no coopera. Bueno, al menos los pepinos, con sus hojas secas y todo, siguen saliendo como si nada, eso sí, ya medio resignados. A este paso, voy a tener que ponerme a dieta obligada, al menos con un toque de chile dulce y picante, que eso sí hay.
Y así va la vida en mi huerta: un día me da frutos, otro me da lecciones. Lo importante es que siempre me da algo, aunque sea risa entre lágrimas.
#MiHuertaYYo, #HuertaDramática, #ZucchiniFail, #ChilesValientes,
#BrocoliDeshidratado, #TomatesSecosPeroDignos, #PepinosResilientes, #HuertaConAltibajos, #AgricultoraDeCorazón, #HumorDeHuerta, #CosechaConDrama, #SembrandoEsperanzas,
#EntreLluviasYSoles
0 Comments
0 Shares
30 Views
0 Reviews