En la vida siempre me enfrento ante dos situaciones: actuar o no actuar. Pero muchas veces me he inclinado por el no actuar y me quedo en esa zona donde me siento "cómoda", aunque sepa que de ahí no voy a pasar y eso me roba mucha energía mientras me lamento pensando en que pasaría si me atreviera a cambiar las cosas.

Actuar, implica tomar riesgos, es cierto, pero es al menos dirigirme hacia algún sitio, tratar de alcanzar un sueño y si no lo logro, buscar otro camino, pero mantenerme activa es lo importante, porque la acción da significado a la vida, la vida es movimiento, novedad.
Es importante buscar una dirección y no quedarse estancado en lo mismo, donde no voy ni para atrás ni para adelante.

Mejor tomo riesgos porque eso es triunfar, alcance o no las metas, es triunfar porque estoy aprendiendo que si persevero, en algún momento llego a mi meta y si no, al menos en el camino habré encontrado otras metas y alcanzado otras ilusiones.

Salir de esa zona de comodidad es aprender a apreciar lo que siempre he tenido al frente pero no lo había detallado nunca pues dispersaba la mente pensando en qué va a pasar mañana, sin importar el momento en que estoy viviendo.

Aprendí que el HOY es lo importante. La vida es como una escalera y cada vez que subo un peldaño, me doy cuenta que debo subir otro y otro más para poder llegar donde quiero llegar. Así es la vida, pero también se puede optar por no subir y quedarse a medio camino y vivir siempre con la inquietud de que quizás ahí arriba sí estaba justo lo que se quería. Claro, está la opción de caerse, pero esa caída me puede enseñar que ese no era el camino ideal, y puedo buscar uno adecuado y aprender. También puedo optar por no actuar por miedo a caer de nuevo y vivir en la sosobra y la monotonía.

Me di cuenta que si cierro los ojos, tomo aire y doy un gran salto esperando que la caída sea un éxito, realmente va a ser un éxito. Confiar en mis propios instintos y saltar me lleva más lejos que si no lo hubiera hecho.

Resultado: una vida en movimiento, con las mismas preocupaciones que tenemos todos pero con más opciones de cumplir sueños, aprendiendo algo nuevo y disfrutando de la brisa, de quienes están alrededor, de las montañas, del mar, de los colores, las formas de todo lo que me rodea, hasta de las cosas más simples.
Vivir es animarse a saltar.

Dra. Suzanna Vallejo

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